Saturday, July 5, 2025

¿JESUS REALMENTE DIJO "CAMELLO"? UNA REVISIÓN CRÍTICA DE LUCAS 18:25

¿Dijo Jesús realmente “camello”? Una revisión crítica de Lucas 18:25

“Porque más fácil cosa es entrar un camello por el ojo de una aguja, que un rico entrar en el Reino de Dios.”
(Lucas 18:25)

Este versículo, citado frecuentemente como una de las enseñanzas más radicales de Jesús, ha sido entendido tradicionalmente como una hipérbole extrema: la imposibilidad de pasar un camello por el ojo de una aguja como símbolo de lo difícil que es para un rico entrar en el Reino de Dios. Pero, al observar con atención el contexto histórico, el lenguaje y las enseñanzas prácticas de Jesús, esta interpretación merece ser cuestionada.

������ ¿Camellos en Galilea?

Los camellos eran conocidos en el mundo bíblico, pero no eran animales comunes en la vida cotidiana de los galileos o judeanos del siglo I. La mayoría de la población —campesinos, artesanos, pescadores— usaban burros, bueyes, caballos y mulas para trabajar y transportar cargas. El camello estaba más asociado con regiones desérticas o caravanas lejanas (cf. Génesis 24:10; 1 Reyes 10:2).

Jesús hablaba al pueblo común, con ejemplos cercanos a su realidad. Usaba imágenes agrícolas, pesqueras y domésticas para explicar verdades espirituales. ¿Por qué, entonces, habría de recurrir a un animal ajeno a su entorno inmediato para ilustrar una enseñanza tan crucial?

������ La cuerda que sí puede pasar por el ojo de una aguja

Algunos manuscritos griegos antiguos sugieren una lectura diferente: en vez de kámēlos (κάμηλος, camello), la palabra sería kámilos (κάμιλος), que significa cuerda gruesa o soga. Estas palabras son casi idénticas en el griego koiné, y un error de copista podría haber intercambiado una por otra. [1]

Una cuerda gruesa no puede pasar por el ojo de una aguja… a menos que se desenrolle, se separe en hilos individuales. Entonces, con paciencia y humildad, puede pasar hilo por hilo.

Este concepto tiene un significado espiritual profundo: un hombre rico, cargado de posesiones, poder y orgullo, no puede entrar en el Reino de Dios en ese estado. Pero si se despoja, si se deshace de su orgullo, si se vuelve humilde, como un hilo suelto, entonces sí puede entrar (cf. Mateo 5:3).

������ Los discípulos eran pescadores: conocían las cuerdas, no los camellos

Muchos de los discípulos de Jesús eran pescadores (cf. Mateo 4:18-22). Ellos sabían perfectamente cómo remendar redes, enhebrar agujas, separar hilos y trabajar con fibras. Para ellos, una imagen como la de una cuerda y una aguja no era extraña ni absurda, sino profundamente significativa y práctica.

Jesús enseñaba con ilustraciones tomadas de la vida cotidiana, no con imágenes inverosímiles o ridículas. Si la imagen original fue una cuerda gruesa, el mensaje adquiere un carácter transformador: desenredarse para poder entrar.

������ ¿Y el elefante del Talmud? Una posible reacción antimesiánica

El Talmud babilónico (siglos III-V d.C.) contiene una frase parecida: “meter un elefante por el ojo de una aguja” (cf. Berajot 55b; Bava Metzia 38b). Esta frase se presenta como símbolo de lo absurdo. Sin embargo, no tiene conexión con la vida real de los judíos de Judea y parece ser una hipérbole posterior, posiblemente inspirada o construida como una respuesta deliberada a la enseñanza de Jesús.

Dado que muchos rabinos rechazaron a Jesús como Mesías, no es descabellado pensar que algunos dichos fueron formulados para desacreditarlo indirectamente. Atribuirle frases exageradas o ridiculizar su estilo de enseñanza fue una forma de cuestionar su autoridad.

✨ Conclusión: desenredarse para entrar

Si aceptamos que la palabra original fue cuerda y no camello, el mensaje de Jesús se vuelve más coherente, más práctico y más espiritual:

·        El rico no puede entrar en el Reino de Dios mientras permanezca entrelazado en sus posesiones y orgullo.

·        Pero si se deja desenredar, humillar, volver sencillo, como hilo que pasa por el ojo de la aguja, entonces Dios lo puede hacer pasar.

·        No es una condena, sino una invitación a la transformación (cf. Lucas 18:27).

Este pasaje no debe leerse como una hipérbole absurda ni como una declaración fatalista, sino como una imagen sabia, profunda y adaptada al entendimiento del pueblo sencillo. Un mensaje que llama a cada alma a soltar el exceso, volverse humilde, y permitirse ser enhebrada por Dios en la trama de Su Reino.


Notas

[1] Cf. George M. Lamsa, Gospel Light (Harper & Brothers, 1936), p. 119. Lamsa argumenta que en arameo, la palabra usada podría haber significado “cuerda” y no “camello”, y que la traducción griega pudo haber confundido los términos.

[2] Cf. Craig S. Keener, The IVP Bible Background Commentary: New Testament (IVP Academic, 1993), p. 247. Keener menciona la posibilidad de una tradición textual que originalmente usaba “cuerda”.

[3] Cf. Babylonian Talmud, Berakhot 55b; Bava Metzia 38b. La expresión sobre el elefante por el ojo de la aguja es usada para referirse a lo lógicamente imposible.

[4] Cf. Joachim Jeremias, Jerusalem in the Time of Jesus (Fortress Press, 1969), p. 122. Jeremias discute el contexto económico y social de los galileos y su relación con el lenguaje usado por Jesús.

[5] Cf. Bruce M. Metzger, The Text of the New Testament: Its Transmission, Corruption, and Restoration (Oxford University Press, 1992), p. 202. Metzger analiza variantes textuales que surgen de errores de copistas debido a similitudes gráficas. 

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