¿Dijo Jesús
realmente “camello”? Una revisión crítica de Lucas 18:25
“Porque más fácil cosa es entrar un
camello por el ojo de una aguja, que un rico entrar en el Reino de Dios.”
(Lucas 18:25)
Este versículo, citado frecuentemente como
una de las enseñanzas más radicales de Jesús, ha sido entendido
tradicionalmente como una hipérbole extrema: la imposibilidad de pasar un
camello por el ojo de una aguja como símbolo de lo difícil que es para un rico
entrar en el Reino de Dios. Pero, al observar con atención el contexto
histórico, el lenguaje y las enseñanzas prácticas de Jesús, esta interpretación
merece ser cuestionada.
������ ¿Camellos en Galilea?
Los camellos eran conocidos en el mundo
bíblico, pero no eran animales comunes en la vida cotidiana de los galileos o
judeanos del siglo I. La mayoría de la población —campesinos, artesanos,
pescadores— usaban burros, bueyes, caballos y mulas para trabajar y
transportar cargas. El camello estaba más asociado con regiones desérticas o
caravanas lejanas (cf. Génesis 24:10; 1 Reyes 10:2).
Jesús hablaba al pueblo común, con ejemplos cercanos a su realidad. Usaba
imágenes agrícolas, pesqueras y domésticas para explicar verdades espirituales.
¿Por qué, entonces, habría de recurrir a un animal ajeno a su entorno inmediato
para ilustrar una enseñanza tan crucial?
������ La cuerda que sí puede pasar por el
ojo de una aguja
Algunos manuscritos griegos antiguos
sugieren una lectura diferente: en vez de kámēlos (κάμηλος, camello), la palabra sería kámilos (κάμιλος), que significa cuerda gruesa o soga. Estas palabras son casi idénticas
en el griego koiné, y un error de copista podría haber intercambiado una por
otra. [1]
Una cuerda gruesa no puede pasar por el ojo de una
aguja… a menos que se desenrolle, se separe en hilos individuales. Entonces,
con paciencia y humildad, puede pasar hilo por hilo.
Este concepto tiene un significado espiritual
profundo: un hombre rico, cargado de posesiones, poder y orgullo, no puede
entrar en el Reino de Dios en ese estado. Pero si se despoja, si se deshace
de su orgullo, si se vuelve humilde, como un hilo suelto, entonces sí puede
entrar (cf. Mateo 5:3).
������ Los discípulos eran pescadores:
conocían las cuerdas, no los camellos
Muchos de los discípulos de Jesús eran
pescadores (cf. Mateo 4:18-22). Ellos sabían perfectamente cómo remendar
redes, enhebrar agujas, separar hilos y trabajar con fibras. Para ellos, una
imagen como la de una cuerda y una aguja no era extraña ni absurda, sino profundamente
significativa y práctica.
Jesús enseñaba con ilustraciones tomadas de la
vida cotidiana, no con imágenes inverosímiles o ridículas. Si la imagen
original fue una cuerda gruesa, el mensaje adquiere un carácter transformador: desenredarse
para poder entrar.
������ ¿Y el elefante del Talmud? Una
posible reacción antimesiánica
El Talmud babilónico (siglos III-V d.C.)
contiene una frase parecida: “meter un elefante por el ojo de una aguja”
(cf. Berajot 55b; Bava Metzia 38b). Esta frase se presenta como símbolo de
lo absurdo. Sin embargo, no tiene conexión con la vida real de los judíos de
Judea y parece ser una hipérbole posterior, posiblemente inspirada o construida
como una respuesta deliberada a la enseñanza de Jesús.
Dado que muchos rabinos rechazaron a Jesús como
Mesías, no es descabellado pensar que algunos dichos fueron formulados para
desacreditarlo indirectamente. Atribuirle frases exageradas o ridiculizar su
estilo de enseñanza fue una forma de cuestionar su autoridad.
✨ Conclusión: desenredarse para entrar
Si aceptamos que la palabra original fue cuerda
y no camello, el mensaje de Jesús se vuelve más coherente, más práctico
y más espiritual:
·
El rico no
puede entrar en el Reino de Dios mientras permanezca entrelazado en sus
posesiones y orgullo.
·
Pero si se
deja desenredar, humillar, volver sencillo, como hilo que pasa por el
ojo de la aguja, entonces Dios lo puede hacer pasar.
·
No es una
condena, sino una invitación a la transformación (cf. Lucas 18:27).
Este pasaje no debe leerse como una
hipérbole absurda ni como una declaración fatalista, sino como una imagen
sabia, profunda y adaptada al entendimiento del pueblo sencillo. Un mensaje que
llama a cada alma a soltar el exceso, volverse humilde, y permitirse
ser enhebrada por Dios en la trama de Su Reino.
Notas
[1] Cf. George M. Lamsa, Gospel Light (Harper
& Brothers, 1936), p. 119. Lamsa argumenta que en arameo, la palabra
usada podría haber significado “cuerda” y no “camello”, y que la traducción
griega pudo haber confundido los términos.
[2] Cf. Craig S. Keener, The IVP Bible Background
Commentary: New Testament (IVP Academic, 1993), p. 247. Keener
menciona la posibilidad de una tradición textual que originalmente usaba
“cuerda”.
[3] Cf. Babylonian Talmud, Berakhot 55b; Bava Metzia
38b. La
expresión sobre el elefante por el ojo de la aguja es usada para referirse a lo
lógicamente imposible.
[4] Cf. Joachim Jeremias, Jerusalem in the Time
of Jesus (Fortress Press, 1969), p. 122. Jeremias
discute el contexto económico y social de los galileos y su relación con el
lenguaje usado por Jesús.
[5] Cf. Bruce M. Metzger, The Text of the New Testament: Its Transmission, Corruption, and Restoration (Oxford University Press, 1992), p. 202. Metzger analiza variantes textuales que surgen de errores de copistas debido a similitudes gráficas.
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