Décimo
Mandamiento: No codiciarás
Éxodo 20:17
Hebreo:
לֹא תַחְמֹד בֵּית רֵעֶךָ; לֹא תַחְמֹד אֵשֶׁת רֵעֶךָ, וְעַבְדּוֹ וַאֲמָתוֹ, וְשׁוֹרוֹ וַחֲמֹרוֹ, וְכֹל אֲשֶׁר לְרֵעֶךָ
Traducción
literal:
“No codiciarás la casa de tu prójimo; no
codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni
su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.”
Análisis
lingüístico
·
לֹא תַחְמֹד (lo tachmod):
– “No codiciarás”, del verbo חָמַד (chamad), que significa:
Desear intensamente, ansiar, apetecer con avidez
lo que no te pertenece.
Aquí no se trata simplemente de notar
o admirar algo bueno de otro, sino de alimentar el deseo de
poseerlo aunque sea indebido.
Este verbo aparece en Génesis
3:6 cuando Eva vio que el fruto del árbol era “codiciable
para alcanzar sabiduría”.
El pecado original comenzó por la codicia.
1. La codicia: raíz
oculta de muchos pecados
El décimo mandamiento revela algo
clave: los otros pecados (robar, adulterar, matar, mentir)
muchas veces tienen su origen en la codicia del corazón.
·
Codicias la
mujer → adulterio
·
Codicias
riqueza → robo, fraude
·
Codicias
poder o estatus → mentira, traición
·
Codicias
venganza → asesinato
Santiago 1:14–15
“Cada uno es tentado... cuando de su propia
concupiscencia es atraído y seducido. Y la concupiscencia... da a luz el
pecado; y el pecado... la muerte.”
2. Pablo y el décimo
mandamiento: la ley que revela el pecado
Romanos 7:7
“...yo no conocí el pecado sino por la ley; porque
tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás.”
Pablo entendió que este
mandamiento descubre la naturaleza interna del pecado.
Mientras los otros mandamientos se pueden cumplir externamente,
este exige una pureza interior.
⚠️ Por eso nadie puede justificarse solo con
la ley: la verdadera justicia debe cambiar el corazón.
3. Jesucristo
intensifica el significado: del deseo al juicio
Jesús enseñó que el
pensamiento impuro o codicioso ya es transgresión:
Mateo 5:27–28
“...cualquiera que mira a una mujer para
codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.”
Esto muestra que:
·
Dios no
juzga solo acciones, sino intenciones.
·
El Reino de
Dios exige un corazón limpio, no solo apariencia piadosa.
4. Codicia como
idolatría
Pablo es aún más directo:
Colosenses 3:5
“...la avaricia, que es idolatría.”
¿Por qué?
Porque quien codicia pone su
confianza, deseo y adoración en lo que no tiene, en lugar de
confiar en la provisión y la voluntad de Dios.
易 5. Aplicaciones
prácticas del décimo mandamiento
·
Rehusarse
a envidiar los
bienes, la posición o relaciones ajenas.
·
Contentamiento
espiritual: saber
que lo que Dios da es suficiente (Filipenses 4:11–13).
·
Combate
contra la publicidad moderna que te incita a desear lo innecesario.
·
Alejarse
del espíritu de competencia carnal, y cultivar gratitud.
✨ Dimensión espiritual y
profética
Nivel |
Aplicación |
Literal |
No desear lo
que es de tu prójimo |
Moral |
No dejar que el
deseo alimente injusticias |
Espiritual |
Vivir con
contentamiento y confianza en Dios |
Profético |
La codicia
caracteriza al mundo del fin (2 Tim. 3:2) |
Escatológico |
Solo los puros
de corazón verán a Dios (Mat. 5:8) |
Los Diez Mandamientos en
perspectiva
Mandamiento |
Enfoque principal |
Dimensión interna |
1–4 |
Amor y
fidelidad a Dios |
Espiritualidad
genuina |
5–10 |
Amor y justicia
al prójimo |
Pureza de
intención y conducta |
El décimo cierra el decálogo y
cierra también toda excusa externa. No basta con “no haber matado o
robado”; Dios mira el corazón.
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