¿Celebró la Iglesia Apostólica el Sábado como Día del
Señor? Un Análisis Bíblico e Histórico
La observancia del sábado ha sido objeto de debate
en el cristianismo desde sus orígenes. Aunque muchas iglesias modernas han
adoptado el domingo como día de culto, surge la pregunta: ¿La iglesia
apostólica, es decir, aquella guiada por los apóstoles y fundada por
Jesucristo, enseñó que los cristianos debían guardar el sábado, el séptimo día
de la semana?
1. El “Día del Señor” en la Biblia
En la Biblia, la expresión “el día del Señor” aparece en
varios contextos proféticos (Isaías 13:6, Joel 2:1, 1 Tesalonicenses 5:2) para
referirse al retorno glorioso de Jesucristo, al juicio y al establecimiento de
su Reino. Este uso escatológico no debe confundirse con un día de la semana.
Identificar el domingo como el “día del Señor” es una interpretación posterior,
sin base en el uso bíblico original.
2. Jesucristo, Señor del Sábado
Jesús dijo: “El Hijo del Hombre es Señor aun del día de
reposo” (Mateo 12:8). Esto no elimina la observancia del sábado; al contrario,
reafirma su relevancia y revela que Cristo tiene autoridad sobre su verdadero
significado, rescatándolo del legalismo fariseo. Además, Marcos 2:27-28 aclara
que “el sábado fue hecho por causa del hombre”.
3. La Reunión en Hechos 20:7
Se menciona que los discípulos se reunieron el primer día
de la semana para partir el pan y escuchar a Pablo, quien partiría al día
siguiente. Según el calendario hebreo, el día comienza al atardecer, por lo que
esta reunión ocurrió en realidad al anochecer del sábado, no el domingo por la
mañana. Además, Pablo viajó durante el domingo, algo que sería improbable si
ese fuera un día sagrado.
4. 1 Corintios 16:2 y las Ofrendas
Pablo instruye a los creyentes a apartar ofrendas el
primer día de la semana, pero no en el contexto de un servicio de adoración. La
expresión sugiere una preparación individual en casa, posiblemente de alimentos
o bienes para los hermanos en Jerusalén, debido a una hambruna.
5. Colosenses 2:16-17
A los creyentes gentiles de Colosas se les exhorta: “Que nadie os juzgue en
comida, bebida, días de fiesta, luna nueva o días de reposo…”. Pablo no abroga
el sábado, sino que advierte contra quienes imponían juicios legalistas,
posiblemente influenciados por filosofías humanas (v.8). La “sombra” apunta a
Cristo, pero no implica que las fiestas o el sábado fueran abolidos.
6. La Cronología de
la Muerte y Resurrección de Cristo
Jesucristo murió el miércoles 14 de Nisán y fue
sepultado antes del inicio del 15 (una gran convocación o shabbat anual).
Resucitó al final del sábado, cumpliendo literalmente la señal de Jonás: tres
días y tres noches (Mateo 12:40). Mateo 28:1 confirma que su resurrección
ocurrió “al final del sábado”.
7. Gálatas 4:10 y la Crítica de Pablo
Pablo reprende a los gálatas por querer volver a
“días, meses, tiempos y años”, no en referencia al sábado bíblico
necesariamente, sino a una combinación de costumbres judaicas mal aplicadas y
prácticas paganas. La preocupación de Pablo era el retorno al legalismo o a
rituales vacíos, no a la observancia fiel de los mandamientos de Dios.
Conclusión
La Iglesia apostólica
no eliminó el sábado ni lo reemplazó con el domingo. Las referencias al “primer
día de la semana” no constituyen una nueva institución dominical. Cristo dio al
sábado su significado pleno y espiritual, y los apóstoles no impusieron su
observancia a los gentiles, pero tampoco lo anularon. El reemplazo del sábado
por el domingo fue una decisión eclesiástica posterior, sin base apostólica ni
mandato divino.
El verdadero descanso está en Cristo (Hebreos 4),
pero eso no implica desechar lo que Dios santificó desde la creación (Génesis
2:3; Éxodo 20:8-11).
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