Elías y Enoc: ¿Subieron
al cielo sin morir? Una mirada bíblica
1. Introducción
En la
Biblia hay dos personajes que generan una pregunta recurrente: ¿Elías y
Enoc fueron llevados al cielo donde está Dios sin experimentar la muerte?
A primera vista, los relatos parecen indicar que sí. Sin embargo, un estudio
detallado de las Escrituras revela que ambos murieron a su debido
tiempo, tal como enseña Hebreos 9:27:
“Está establecido para los hombres que mueran una
sola vez, y después de esto el juicio.”
2. El caso de Enoc
2.1 Texto clave: Génesis 5:24
“Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció,
porque le llevó Dios.”
Este versículo no especifica a
dónde fue llevado, solo que Dios lo trasladó.
La traducción griega de Génesis (Septuaginta) usa el verbo metatíthēmi
(“trasladar, cambiar de lugar”), lo que indica un traslado de sitio,
no necesariamente al cielo espiritual.
2.2 Hebreos 11:5
“Por la fe Enoc fue trasladado para no ver
muerte…”
Aquí
“no ver muerte” no significa que no moriría jamás, sino que en ese momento
no experimentó la muerte porque Dios lo llevó a otro lugar para protegerlo.
Esto es similar a cómo Felipe fue “arrebatado” (Hechos 8:39–40) y reapareció en
otro sitio.
2.3 Hebreos 11:13
Pocos versículos después,
hablando de todos los héroes de la fe mencionados, el autor dice:
“Conforme a la fe murieron todos éstos…”
La palabra “todos” incluye a
Enoc, lo que confirma que murió más adelante.
3. El caso de Elías
3.1 Texto clave: 2 Reyes 2:11
“Y aconteció que… apareció un carro de fuego con
caballos de fuego que apartó a los dos; y Elías subió al cielo en un
torbellino.”
Aquí
el “cielo” (shamáyim) se refiere al cielo atmosférico,
no al tercer cielo donde está Dios. El torbellino fue el medio para trasladarlo
a otro lugar en la tierra.
3.2 Evidencia de que siguió vivo
En 2
Reyes 2:16–18, los hijos de los profetas insisten en buscarlo “en algún monte o
valle”, lo que muestra que entendieron su “subida” como un traslado, no como
una entrada definitiva en la presencia de Dios.
Más
aún, 20 años después, Elías envía una carta al rey Joram (2
Crónicas 21:12–15), lo que demuestra que seguía vivo en la tierra tras el
evento del torbellino.
4. Hebreos 11 y la enseñanza
general
Hebreos
11 menciona a Enoc (v. 5) y a profetas como Elías (implícitos en v. 32), y en
el v. 39 afirma:
“Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio
mediante la fe, no recibieron lo prometido.”
El
cumplimiento de la promesa de vida eterna aún está pendiente, porque, como
Jesús mismo declaró en Juan 3:13:
“Nadie subió al cielo, sino el que descendió del
cielo, el Hijo del Hombre.”
Esto
excluye la posibilidad de que Enoc o Elías estén ahora en el tercer cielo como
seres inmortales.
5. El destino final de ambos
La
Biblia enseña que la recompensa de los justos vendrá en la resurrección,
cuando Cristo regrese (1 Tesalonicenses 4:16–17; 1 Corintios 15:51–54).
Por lo
tanto, Enoc y Elías, aunque trasladados sobrenaturalmente en su momento,
finalmente murieron como todos los seres humanos y esperan la
resurrección.
6. Conclusión
Elías
y Enoc no fueron excepciones a la regla de Hebreos 9:27.
Dios,
en su soberanía, los trasladó milagrosamente para cumplir propósitos
específicos, pero no los transformó en inmortales en ese momento.
Sus
vidas nos enseñan que la verdadera recompensa no se recibe en esta vida, sino
cuando Cristo regrese y dé vida eterna a los suyos.
“Bienaventurados los muertos que de aquí
en adelante mueren en el Señor… descansarán de sus trabajos, porque sus obras
con ellos siguen.”
(Apocalipsis 14:13)
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