Friday, August 1, 2025

La Filiación Divina en Cristo

La Filiación Divina en Cristo


������ Introducción

Uno de los aspectos más poderosos y transformadores del evangelio es que no solo somos perdonados por Dios, sino que también somos hechos hijos suyos. Esta relación se establece a través de lo que el Nuevo Testamento llama “huiothesía”, término griego que ha sido traducido tradicionalmente como “adopción” pero cuyo significado original revela una profundidad mucho mayor.

Este artículo examina cada pasaje clave del NT donde aparece este término, ofreciendo traducciones alternativas, glosario griego, comentarios doctrinales y versiones enriquecidas por el contexto.


������ Glosario Griego

Término

Strong

Significado

Etimología

huiothesía

G5206

colocación como hijo

de huios (G5207) = hijo, y tithēmi (G5087) = colocar

huios

G5207

hijo

descendiente, hijo maduro o heredero

tithēmi

G5087

colocar, poner, establecer

acción de ubicar en una posición definida

proorizō

G4309

predestinar, determinar de antemano

pro = antes, horizō = fijar límites

Abba

papá

palabra aramea/hebreo usada por los niños para referirse cariñosamente a su padre (como “papito” o “papá”)


������ Comentario verso por verso

Efesios 1:4–5

“[4] Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, [5] en amor habiéndonos predestinado para ser establecidos como hijos por medio de Jesucristo, según el beneplácito de su voluntad.”

Comentario: - Dios nos eligió desde antes de la creación para ser parte de su familia, no como extraños adoptados, sino como hijos planeados.


Juan 1:12–13

“[12] Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; [13] los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.”

Comentario: - El nacimiento como hijos de Dios es espiritual, no natural. Es una obra directa de Dios, no resultado de linaje humano.


Romanos 8:15

“[15] Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis sido engendrados como hijos por el Espíritu, por lo cual clamamos: ¡¡Abba, Padre!”

Comentario: - La filiación divina no es un acto legal frío, sino una experiencia transformadora que nos permite clamar a Dios con confianza íntima.


Romanos 8:19–23

“[19] Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. [20] Porque la creación fue sujetada a vanidad… [23] y no solo ella, sino que también nosotros mismos… gemimos dentro de nosotros mismos, esperando el nacimiento como hijos, la redención de nuestro cuerpo.”

Comentario: - Somos hijos ahora, pero aún no hemos sido manifestados en gloria. Esa manifestación corporal es el clímax de nuestra filiación.


Romanos 9:3–4

“[3] Porque deseara yo mismo ser anatema… por amor a mis hermanos… [4] que son israelitas, a los cuales corresponde la colocación como hijos, la gloria, los pactos…”

Comentario: - A Israel le fue conferida una posición de hijo desde antiguo, pero esa relación era una sombra de la filiación plena en Cristo.


Gálatas 4:5–6

“[5] Para que redimiese a los que estaban bajo la ley, para que fuéramos engendrados como hijos (o: a fin de que recibiésemos la investidura como hijos). [6] Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡¡Abba, Padre!”

Comentario: - El Espíritu no solo nos convierte en hijos, sino que nos da conciencia de nuestra identidad filial.


1 Pedro 1:23

“[23] Siendo reengendrados, no de simiente corruptible (la primera vez fuimos engendrados por simiente corruptible, simiente humana o espermatozoide), sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.”

Comentario: - Este pasaje refuerza la idea de una nueva generación espiritual. Ya no nacemos de voluntad humana, sino del Espíritu, mediante la semilla incorruptible que es la Palabra de Dios. - Este nuevo nacimiento es el fundamento de nuestra verdadera filiación divina.


������ Comparación: “Adopción legal romana” vs “Colocación espiritual como hijos”

Adopción (legal romana)

Huiothesía (NT)

Procedimiento legal formal

Acto espiritual y eterno

Incorporación de un extraño

Reconocimiento de hijos preconocidos

Basado en necesidad o herencia

Basado en amor y voluntad divina

Enfatiza cambio de familia

Enfatiza identidad filial plena


������ Conclusión

La “huiothesía” no debe limitarse a la idea romana de adopción. En el contexto neotestamentario, es una colocación gloriosa, amorosa y espiritual como hijos e hijas del Dios Altísimo. Es el cumplimiento de un propósito eterno, una realidad presente por el Espíritu y una manifestación futura en la redención del cuerpo.

Como creyentes, no somos simplemente aceptados: somos engendrados y establecidos como hijos verdaderos.


“Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; y lo somos.” (1 Juan 3:1)


 

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